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PLAGIO Y MIOPÍA COMO CANCHA

De cómo los medios de comunicación y los actores políticos no aprenden del pasado y son culpables de materializar sus propias pesadillas

RICARDO LITUMA MUÑOZ

Publicado: 2016-01-29


La aparente evidencia que un importante porcentaje de la tesis doctoral, en la prestigiosa Universidad Complutense de Madrid, del candidato a la presidencia Cesar Acuña Peralta podría ser un fraude ha alegrado probablemente a todos sus rivales en la contienda electoral y ha servido de paso para que casi todos ellos traten de sacarle provecho político a la llamada “bomba política” del momento (mención aparte merece la “raza” del candidato García para querer aprovechar el momento, siendo uno de los menos indicado para ello. Ver http://utero.pe/2016/01/28/sorry-pero-alan-garcia-es-el-menos-indicado-para-criticar-a-cesar-acuna-y-aqui-te-contamos-por-que/).

Diversos analistas políticos han salido a decir que esta noticia afectará definitivamente su campaña, que el impacto en su credibilidad será semejante al de “un torpedo en la línea misma de flotación de su candidatura, porque echa por la borda la historia de éxito personal y profesional que le intentó vender a los peruanos” y que solo es cuestión de tiempo para que su candidatura se desmorone.

Pues bien, sin dejar de criticar lo hecho por el candidato por su inmoralidad (el presunto plagio, que en buen romance no es otra cosa que la apropiación ilegitima de las ideas de otros, para obtener el grado académico de Doctor); me atrevo a pronosticar que ello no lo afectará en la medida que sus rivales quisieran.

Es más, si los medios de comunicación que no simpatizan con Acuña siguen haciéndole el carga montón que se evidencia cada día mas (si señores, tenemos que reconocerlo), lo único que van a conseguir es victimizarlo y generar empatías con los sectores C, D y E, que a fin de cuentas son los más importantes electoralmente; consiguiendo con ello repetir la pesadilla que quisieron evitar sin éxito en los últimos procesos electorales (recuerden lo sucedido con Susana Villarán y Ollanta Humala); y que en este caso sería verlo en la segunda vuelta electoral.

Acaso no se han dado cuenta que vivimos en un país con una moral tan “flexible” (por decirlo de una manera decorosa), que la expresión “roba pero hace obra” es la medida para escoger a las autoridades políticas?

Acaso no se han dado cuenta que el candidato Acuña es para dichos sectores el candidato “como uno”, el peruano emergente y emprendedor, pero también “criollo y vivo”?, el que ante un sistema que siente que no lo incluye, que no le da oportunidades, recurre a estas “artes” para obtener un cartón que ayude a su necesidad aspiracional de obtener un mayor estatus social?

Acaso no se dan cuenta que vivimos en una sociedad con un doble discurso en el que este tipo de conductas es defendida para los “amigos” y criticada para los “enemigos”? (sino basta recordar como un grupo de “insignes ciudadanos” defendió al Cardenal Cipriani de las críticas por esta misma conducta hace ya un tiempo).

Lamentablemente, cada día me convenzo más que hasta ahora no aprenden la lección. Que no entienden que las elecciones no se ganan con el ataque sino con la empatía que se puede generar con el elector. Y así las cosas, si los demás candidatos en contienda van a alentar las campañas de “satanización” (y para dejar claras las cosas vuelvo a repetir que no estoy diciendo que Cesar Acuña sea un “santo”) en lugar de buscar la manera en la que puedan sintonizar con el electorado, mucho me temo que seguiremos abonando el terreno para tener otros cinco años más de decepción.


Escrito por

Zoon Politikón

Por Ricardo Lituma Muñoz. Abogado, idealista (¿o iluso?) creyente de las posibilidades de adecentar la política y el servicio público.


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