Alan García insiste en tomarle el pelo a los electores.

El día de hoy lunes 01 de febrero, luego de conocerse las ultimas encuestas realizadas por GFK y difundidas por Frecuencia Latina y el diario La República, el candidato Alan García se apresuró a convocar una conferencia de prensa en la que, con bombos y platillos, ha anunciado que los integrantes de su lista congresal se comprometen a renunciar a su inmunidad parlamentaria en caso de ser elegidos congresistas.

¿Acaso García, con 2 mandatos presidenciales a cuestas y con experiencia, además, como Diputado y Senador vitalicio desconoce que el Artículo 93 de la Constitución y el artículo 16 del Reglamento del Congreso señalan que dicha inmunidad es una condición inherente a la del congresista y por lo tanto es irrenunciable?

El artículo 93 de la Constitución señala que los congresistas “No pueden ser procesados ni presos sin previa autorización del Congreso o de la Comisión Permanente, desde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado en sus funciones, excepto por delito flagrante, caso en el cual son puestos a disposición del Congreso o de la Comisión Permanente dentro de las veinticuatro horas, a fin de que se autorice o no la privación de la libertad y el enjuiciamiento”.

El artículo 16 del Reglamento del Congreso dice lo mismo y establece el procedimiento para que poder levantar dicha prerrogativa, dejando en claro que el levantamiento de la Inmunidad parlamentaria debe ser autorizado por una Comisión especial para tal fin expresamente y por cada caso.

Ante la evidencia de la imposibilidad jurídica de dicha propuesta, el candidato García se ha apresurado a decir que los postulantes de Alianza Popular que salgan elegidos propondrán eliminar dicha figura de la Constitución y votaran a favor de ella. Pero eso es engañar a la población, pues ya hemos visto como los Congresistas se han mostrado reacios a cualquier modificación del Status Quo que pueda resultarles perjudicial.

García sigue encarnando el ejemplo del candidato que piensa que la vía del acceso al poder pasa por engañar al elector con propuestas efectistas que luego no podrá implementar y parece no comprender que su baja popularidad en las encuestas (hoy en el quinto lugar y aparentemente estancado) es que dicha declaración huele mas a un desesperado intento por ganar electores que hasta ahora le son esquivos, sin entender que estos están hartos de los demagogos de siempre; un papel que Alan García, que duda cabe, encarna a la perfección.