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BOLA DE CRISTAL ELECTORAL

Aventurando un pronóstico del futuro de las candidaturas de las estrellas y estrellados del momento.

Publicado: 2016-02-10


Al momento de escribir este artículo se acaba de publicar una encuesta de intención presidencial de Datum que había tomado en cuenta ya las nuevas acusaciones de plagio del candidato Acuña (esta vez de un libro completo) y las observaciones y eventual tacha a la candidatura de Julio Guzmán por un aparente incumplimiento de las normas de democracia interna de su propio partido, Todos por el Perú.

Debo empezar por decir que siento que el primero de ellos, Cesar Acuña, representa las pesadillas del “Establishment Político”, no por ser un candidato antisistema, como lo fue Humala en el pasado, sino porque representa la llegada de la cultura “chicha” al poder, y por ello han desatado una campaña de demolición que se apoya en los muy cuestionables actos que, cada vez resultan más obvios e irrefutables, ha venido llevando a cabo el candidato que ha basado gran parte de su discurso en la “educación” como la base del desarrollo.

Pues bien, ya en un anterior artículo vaticiné, y con menos denuncias de por medio, que su condición de “plagiador” no lo iba a afectar en la medida deseada por sus adversarios (ver: https://zoonpolitikonricardolitumaricardolituma.lamula.pe/2016/01/29/plagio-y-miopia-como-cancha/zoompolitikon/) y, aparentemente, los resultados de la encuesta publicada me dieron la razón, pues con un margen de error de +/- 2.8%, Acuña ha bajado del 10% que le dio Datum en enero al 7%, que se traduce en 9% de voto válido, si se toma en cuenta el tipo de medición de la preferencia electoral.

¿Qué sucederá entonces?, ¿renunciará Cesar Acuña, por “dignidad”, como lo piden sus críticos?. La respuesta es obvia: ¡¡Jamás!!. Usando nuestra ocurrente jerga nacional puedo decir que al candidato de la “plata como cancha”, le sobra también “concha” y seguirá en carrera, apelando a la victimización como arma para remontar este traspié.

Julio Guzmán, por el contrario, no ha visto reducida su intención de voto por las contradicciones que se le imputan, ni mucho menos por las observaciones efectuadas por el Registro de Organizaciones Políticas. Todas esos temas solo han servido para cohesionar, y motivar más a los “Juliolovers” en la continuación de su tarea: llevarlo a Palacio de Gobierno. Los resultados saltan a la vista y su crecimiento en las encuestas es impresionante.

¿Pero será Julio Guzmán desembarcado de la carrera electoral?. Desde aquí pronostico que no y por razones de índole política, pero también legal.

Desde un punto de vista político, a estas alturas del partido y con el crecimiento de su intención de voto, el Jurado nacional de Elecciones no se va a atrever a separarlo de la contienda sin riesgo de parecer involucrado en un boicot contra el candidato. Y eso, estoy seguro, lo tiene muy claro el Jurado.

Pero, sobre todo, su candidatura no se caerá por razones legales. Por la correcta interpretación que debe hacer el JNE de las normas del sistema electoral peruano.

La observación respecto a que los delegados que figuraban en el acta que daba cuenta de la elección de la plancha presidencial no pueden ser considerados como tales, por el solo hecho de no figurar en el último padrón remitido al Registro de Organizaciones Políticas, no resulta válida en tanto dicho organismo olvida que dicho registro es declarativo y no constitutivo de la condición de militante de un partido.

Bajo ese contexto, no importa si las credenciales de militante se “manejaron” para facilitar el proceso eleccionario interno. Vivimos en un país con un precario sistema de partidos y altamente informal; y como bien señala Fernando Tuesta Soldevilla “en el Perú, es casi imposible que los partidos cumplan rigurosamente todas las normas, por lo que se impone aquello de hecha la ley, hecha la trampa.”

Pero independientemente de tener que aceptar que podrían haberle sacado la vuelta “válidamente” a la norma, también debe reconocerse que teniendo los militantes de Todos por el Perú el derecho a impugnar dicha elección, nadie hasta ahora lo ha hecho; lo que debe llevar a suponer que la misma ha sido convalidada por todos sus militantes, participantes o no del proceso eleccionario interno.

Así las cosas, Julio Guzmán seguirá en carrera, para beneplácito de los “juliolovers” y disgusto de sus adversarios.


Escrito por

Zoon Politikón

Por Ricardo Lituma Muñoz. Abogado, idealista (¿o iluso?) creyente de las posibilidades de adecentar la política y el servicio público.


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