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AL DIA SIGUIENTE

UN BALANCE DEL DEBATE PRESIDENCIAL ORGANIZADO POR EL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES Y DE LA PRESENTACIÓN DE LOS CANDIDATOS A OCUPAR EL SILLÓN DE PALACIO

Publicado: 2016-04-04


Después de ver el debate presidencial peruano me quedan las siguientes conclusiones:

1. La democracia implica pluralidad. Es importante escuchar las diferentes propuestas de los candidatos, pero debe evaluarse el formato a seguir para próximas oportunidades. La gran cantidad de postulantes y el poco tiempo asignado para la exposición de cada uno de ello, así como para las réplicas y dúplicas, nos dejó a todos con ganas de escuchar más propuestas y un debate real.

2. Como si garantizar que el debate no pasase de ser una simple “lista de lavandería”, pues el corto tiempo asignado para cada candidato impediría el desarrollo del “como” se materializaran las propuestas de cada uno de ellos; el Jurado Nacional de Elecciones volvió a meter la pata. ¿Cómo se les puede haber ocurrido meter la franja electoral en medio de las preguntas?. Ello generó inequidad, pues en el caso de Veronika Mendoza, le dio tiempo adicional para preparar sus respuestas. Si ellos controlan la misma, ¿no podían haberla diferido para después del debate?.

3. La equivoca asignación de parejas para el debate también fue otro desacierto del JNE. La ya mencionada pluralidad no debería ir en contra de lo realmente importante, que es poder apreciar un debate entre los que si tienen alguna posibilidad de pasar a la segunda vuelta. Repito, si no es posible tener más debates previos y temáticos cada uno de estos con los candidatos, por lo menos hubiesen juntado como parejas a quienes tienen más posibilidades y concitan mayor interés en la teleaudiencia.

4. En el contexto antes señalado, Keiko Fujimori no tuvo un adversario que realmente la pusiera a prueba. Está claro que, a estas alturas del partido su pase a la segunda vuelta está más que asegurado. No tenía nada que perder y por eso podía haber arriesgado un poco pero no lo hizo. Se esfuerza por dar una imagen de estadista pero le es difícil transmitir emociones. Pareció haber memorizado el discurso y eso se notó en uno de los pasajes del debate en el que tuvo una laguna evidente. Esa misma dificultad para expresar emociones impidió que “redondeara” el anuncio y firma del “compromiso” con la democracia que anunció en su alocución final. Deberá ensayar más para la segunda vuelta.

5. Pedro Pablo Kuczynski llegaba con la necesidad de afianzar su segundo lugar y frenar el amenazante ascenso de Veronika Mendoza. Necesitaba una presentación brillante que lo diferenciara de los demás, pero no creo que lo haya logrado. Su presentación no pasó de ser correcta. No le tocó en suerte un adversario que le permitiera un contraste de ideas y se limitó a plantear las suyas. Tiene las ideas claras pero su fuerte no es la oratoria, por lo que su discurso fue leído. Sin embargo, hasta para leer un discurso hay que saber hacerlo y lo hizo de manera plana. Le faltó fortaleza y emoción.

6. Veronika Mendoza fue realmente consciente de la gran oportunidad que se le presentaba. 

La decisión final del elector, más que racional es emocional. El elector vota por el candidato que le genera ese “click” que gana sus afectos. 

Faltando tan poco para el 10 de abril, y encontrándose con una tendencia creciente, debía buscar afianzar a su público y ganar "alguito" más con aquellos que la tenían entre sus posibilidades e hizo su tarea. Desde el "look", con su trencita “chola”, su vestimenta de rosa serrano (robándole el color a PPK) y las palabras en quechua, hasta el discurso, empático, de fácil entendimiento y ocultando detallar los puntos controversiales de su programa, supo sacar provecho del evento y creo que resultó la ganadora del debate, en función a su objetivo personal: colarse en la segunda vuelta.

7. Alfredo Barnechea empezó bien haciendo un mea culpa por algunos errores de campaña que pudo haber cometido (son harto conocidos los “desplantes” que le han generado una imagen soberbia), pero volvió a cometer otros. Sigue sonando monotemático con el asunto del gas, que se ha convertido más en un ataque a PPK que en una propuesta concreta. Trató de golpear a Veronika Mendoza a través de Goyo Santos pero no creo que le haya sido suficiente. 

8. Alan García no creo que sea el gran perdedor (creo que lo será PPK al desaprovechar su oportunidad), pues realmente no creo que llegara con muchas chances de poder entrar a la segunda vuelta, pero recibió la estocada final con Fernando Olivera. Ante sus ataques hizo lo aconsejable, trató de ignorarlo y concentrarse en presentar propuestas pero creo que al final nadie recordará estas pues lo más probable es que se queden con las “puyas” que recibió. Además parece que los golpes lo afectaron. Lució apagado y estuvo lejos del "monstruo político" que supo ser.

9. Fernando Olivera por su parte, sabía que es imposible que pase a la segunda vuelta, pero tenía una oportunidad de oro para cobrar “vigencia” y la tomó. Asumió el papel de “justiciador” que muchos otros políticos quisieran tener en la interna y le dio a García una “zarandeada” como no se había visto antes.

10. Alejandro Toledo estuvo fatal. Jamás pudo terminar una idea pues el tiempo le quedo siempre corto. Lució perdido en el debate y hasta el falló la voz. Triste final para quien fuera alguna vez Presidente de la República.

11. Gregorio Santos tampoco supo manejar los tiempos y muestra, de lejos, que no da la talla para el cargo. Sin embargo fue frontal. Su discurso es radical y su propuesta inviable. Algunos creen que su aparición en escena podría perjudicar a Mendoza pero creo que será lo contrario porque se sitúa más a su izquierda.

12. Antero Flores y Miguel Hilario fueron simplemente una estadística. Sin opción alguna en las encuestas, dieron su listado de propuestas mostrándose bastante conservadores con algunos temas como la unión civil y el aborto. El primero, al parecer consiente de su posición, tuvo una alocución final en una suerte de “despedida” agradeciendo a los valientes “guerreros” que se atrevieron a acompañarlo en su aventura. El segundo, a manera de una nueva versión de Toledo, trató de apelar al tema étnico para reclamar una oportunidad.

Esta fue la única y última oportunidad de ver a los candidatos contrastar sus propuestas. ¿Se logró el objetivo?, ¿variará las tendencias marcadas por las últimas encuestas?, honestamente creo que no. 

Probablemente en el tiempo, este debate sea recordado como el de la “venganza de Popy Olivera”. 

El próximo domingo 10 de abril veremos si estuve en lo cierto.





Escrito por

Zoon Politikón

Por Ricardo Lituma Muñoz. Abogado, idealista (¿o iluso?) creyente de las posibilidades de adecentar la política y el servicio público.


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