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Parte de guerra

Pasado el capítulo de la vacancia presidencial, vale la pena hacer un pequeño análisis del balance y consecuencias del mismo.

Publicado: 2017-12-23


PPK no ganó, solo no perdió la presidencia. 

Puede sonar a explicación proveniente de algún ingeniero de la actual administración municipal “solidaria” de Lima pero si tiene sentido.

Si bien es cierto que la Moción de la vacancia presidencial en su contra finalmente no consiguió los resultados esperados por sus promotores, debe tomarse en cuenta que los discursos efectuados en el debate de la misma y sobre todo la votación de esta refleja que, de los 130 congresistas, solo confiaron en los argumentos del Presidente 19 parlamentarios (los 18 oficialistas más el único disidente de dicha agrupación). 11 no asistieron a la votación, pero 79 lo encontraron culpable y votaron a favor de la vacancia, mientras que los 21 restantes dudan de él, pero se abstuvieron de votar para dar paso a mayores investigaciones y, en muchos casos, evitar respaldar a Fuerza Popular en sus pretensiones. No hay pues, motivos para celebrar.

Al margen de ello, el vía crisis aún no termina. La Comisión Lava Jato continuará investigándolo y podrían seguir apareciendo nuevos datos que pongan al Presidente en situación incómoda.

“Jugamos como nunca, perdimos como siempre”. 

Esa máxima futbolera peruana (que esperamos no se repita en el mundial), pareciera ser aplicable a la Fuerza Popular de Keiko Fujimori.

Y es que el proceso de vacancia presidencial impulsado por ellos era de una importancia casi equivalente a la de una elección para el mismo cargo. Y nuevamente como en las finales del 2011 y 2016, después de empezar dominando el partido, terminó perdiéndolo…y por autogol del que debería haber sido su capitán: Kenji. Dolorosa derrota.

¿El Hara-Kiri del Samurai o la llegada del sol naciente?. 

Para el autor de estas líneas, el Fujimorismo es una opción política que polariza a la población. Tiene un electorado duro pero tiene otro bloque igualmente duro que se reclama “antifujimorista. Su objetivo, por tanto, es convencer a los no “Anti”.

Esa particular circunstancia debería llevarlos a la convicción de mantener unida a la agrupación, pues una división de la misma diluiría sus posibilidades de llegar al poder. Por eso pensaba que el díscolo comportamiento del menor de los Fujimori tenía sus límites y que este no llegaría a un extremo que significase una ruptura con el partido.

Pero la perspectiva de perder la posibilidad de obtener la liberación de su padre con la vacancia de PPK, el único de la plancha presidencial con real intención de materializarla, y el probable ofrecimiento hecho por este de hacerlo en breve de contar con su apoyo; debe haberlo forzado a tomar la extrema decisión de mover los “kenjistas” a explicitar un voto en contra del acuerdo partidario, bloqueando con ello un objetivo por el que habían hecho cuestión de Estado.

Las reacciones no se han hecho esperar y ya salieron voces al interior de Fuerza Popular reclamando la renuncia de Kenji y sus adláteres. Es obvio que la salida de su padre lo empoderaría dentro del fujimorismo y que las posiciones de Kenji en diversos temas mediáticos hacen que hoy por hoy sea considerado el “Fujimori bueno”, pero el costo de una ruptura con el partido podría ser muy alto… para ambos bandos.

De Guatemala a Guatepeor. 

Con el probable y próximo indulto a Alberto Fujimori, es previsible la pérdida del apoyo estratégico que recibía de los sectores de izquierda, los llamados “caviares” y los anti fujimoristas para hacer frente a Fuerza Popular. Además, por un tiempo lo atosigaran con marchas y protestas callejeras.

En definitiva, se quedará sin amigos y recibirá ataques de todos los frentes. Algunos ministros renunciaran también, haciendo impostergable la necesaria recomposición del gabinete. Mayor razón para pensar en la captación de operadores políticos que den la talla.

Delegación en el limbo. 

La coyuntura podría hacer que la interpelación del Ministro de Agricultura (de mantenerse en el cargo) y la evaluación del pedido de delegación de facultades presentado por Mercedes Araoz se postergue hasta el inicio de la próxima legislatura.

Los desenlaces de ambos, parecen ahora de pronóstico reservado. ¿Recurrirá PPK a la Cuestión de Confianza para ser ahora quien tenga la sartén por el mango?.

PPK y su gobierno han sobrevivido una batalla más, pero la guerra continuará. Su término todavía está lejos. Esperemos las novedades.

Escrito por

Zoon Politikón

Por Ricardo Lituma Muñoz. Abogado, idealista (¿o iluso?) creyente de las posibilidades de adecentar la política y el servicio público.


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