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NO MÁS RESPETO EN UN PERÚ MACHISTA

Publicado: 2021-09-05


Los hechos ocurrieron cuando se realizaban las coordinaciones entre los Congresistas elegidos para determinar la asignación de las oficinas del Congreso que cada quien usaría como su despacho. Aunque no hay una regla escrita, suele respetarse cierta preferencia en la asignación de las oficinas en función al peso de las bancadas.

En ese contexto, Patricia Chirinos, Congresista de la bancada de Avanza País, se encontraba con los Congresistas Guido Bellido y Jaime Quito (Perú Libre) Enrique Wong (Podemos Perú), José Jerí (Somos Perú) y otros más.

La congresista Chirinos hablaba con Guido Bellido, uno de los líderes de la primera bancada en atención a las preferencias electorales, quien por entonces aun no era designado Primer Ministro.

Ella le pidió que se le pudiese otorgar como oficina la que, en su oportunidad, había sido el despacho de su padre, el Diputado, Senador y Constituyente, Enrique Chirinos Soto. La Congresista explicaba su deseo por el hecho que “tenía muchos sentimientos hacia esa oficina”.

Guido Bellido la escuchó y por toda respuesta le espetó: “Qué te preocupas de eso, anda cásate”.

La congresista Chirinos ante ello le retrucó que ella había sido soltera, casada, divorciada y ahora viuda, frente a lo cual Bellido respondió, dejando a los presentes sorprendidos, con las siguientes palabras:

“Entonces, ahora solo falta que te violen”.

Esta historia no se hubiera conocido si no fuese porque la Congresista Chirinos fue requerida para dar precisiones respecto a su intervención en el hemiciclo, el día de la presentación de Bellido y su gabinete para pedir el voto de investidura, cuando haciendo referencia al Primer Ministro dijo que era una persona que en público habla de la defensa de los derechos de las mujeres, pero en privado las insultaba “e incluso es capaz de decirle a una mujer viuda que solo le falta que la violen, ¡respeto señor Bellido!”.

Las expresiones de condena y rechazo frente a esta última expresión no se hicieron esperar. Diversas organizaciones de defensa de derechos y políticos de distintas tendencias se manifestaron en tal sentido y solicitaron además que se iniciaran las investigaciones correspondientes. Aun cuando Guido Bellido hubiese efectuado esa frase en son de broma, como habría querido interpretar su compañero de bancada Jaime Quito, esta era de un manifiesto mal gusto, dada la gravedad y afectación que en cualquier persona representa una agresión sexual, cuando no de una injustificable falta de respeto y agresividad.

Solo para tener una idea, en el Perú El 9.8% de la población penitenciaria se encuentra presa por el delito de violación sexual a menores, siendo la segunda causa más común después del robo agravado. Desde setiembre del 2012 a setiembre de 2019, el número de reos por actos contra el pudor en menores de 14 años ha aumentado en 118% y el delito de violación sexual a menor de edad en 95%. De ellos, mientras que el número de hombres afectados por violencia sexual representa solo el 5.97% del total de casos atendidos por los Centros de Emergencia Mujer (CEM), en dicho periodo las agresiones a mujeres representan el 94.03%

Por su parte, conforme a las cifras presentadas por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, durante la pandemia de la Covid-19, los Equipos Itinerantes de Urgencias de dicho ministerio, entre el 17 de marzo al 30 de setiembre 2020 se han atendido 2,693 casos de violencia sexual, de los cuales 2,537 (94.2%) casos corresponden a mujeres y 156 (5.8%) a hombres.

Es comprensible entonces que la frase aludida, a todas luces de tinte violento, haya generado tanto malestar y rechazo generalizado.

Sin embargo, llama la atención que no se haya reparado o hecho mayor comentario respecto a la primera respuesta de Bellido, la cual revela y explica el porqué del comportamiento del ahora Primer Ministro.

El “Qué te preocupas de eso, anda cásate” ofrecido como respuesta al Pedido de Patricia Chirinos no es más que la ejemplificación del pensamiento reduccionista del Premier respecto a las mujeres en el Perú.

En efecto, para Guido Bellido, las mujeres serían ciudadanas de segunda clase, sin derecho a mayores aspiraciones en la vida que las de casarse para pasar, de la dependencia paterna, a la dependencia de su “marido”. Para él, las mujeres no pueden ni deben preocuparse por su propio futuro, por labrarse mayores oportunidades en la vida, por desarrollarse profesionalmente y en el mercado laboral; mucho menos deben preocuparse por los problemas del país, por intentar aportar en sus soluciones. Simplemente deben preocuparse por conseguir un hombre que las mantenga.

El autor de estas líneas fue formado en una familia en la que su abuela fue siempre un ama de casa mientras que su madre, por el contrario, trabajó siempre fuera de ella hasta llegar a la jubilación. Cada quien tomó sus opciones de vida, pero fueron estas producto de sus decisiones y no producto de la imposición de un pensamiento retrogrado y machista que nunca se compartió en el seno familiar. Hoy soy el afortunado esposo de una mujer que es una exitosa profesional y espero que mi hija también lo sea cuando llegue a la madurez. Ni ella ni ninguna mujer debe estar condenada a depender de un hombre como opción de futuro.

Por eso me preocupa encontrar en el Primer Ministro un pensamiento tan machista y que raya en la misoginia y la homofobia, si nos atenemos a otras declaraciones efectuadas por este en el pasado.

¿Qué políticas de Estado en pro del reconocimiento de los derechos de las mujeres, de reducir la brecha de disparidad con respecto a los hombres en múltiples aspectos, de enfoque de género podemos esperar de una persona que considera a las mujeres como personajes secundarios de nuestro mundo?

Y la preocupación es más grande si caemos en cuenta que dicho pensamiento, esa visión de los hombres como protagonistas de la historia y mujeres relegadas a un segundo plano es compartida también por el Presidente Pedro Castillo y el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón. No por gusto el gabinete de Ministros designados por el Presidente solo cuenta con dos mujeres en él y ubicadas en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, así como en el de Desarrollo e Inclusión Social. Dos carteras vinculadas a labores asistencialistas y de servicio propias de la “naturaleza femenina” que su pensamiento atribuye a las mujeres; mientras que Cerrón, político hoy sin cargo en el sector público pero con innegable influencia en el gobierno, es un febril “tuitero” conocido por sus declaraciones machistas.

Por su parte, la bancada de Perú Libre tampoco ofrece mayores esperanzas de un enfoque diferente desde el Congreso si tomamos en cuenta que Elizabeth Medina, actual Presidenta de la Comisión de la Mujer, quiso minimizar la conducta de Guido Bellido y poner en duda las declaraciones de Patricia Chirinos intentando desacreditarla en atención a sus vínculos familiares y pasado político.

Así Medina declaró: “Conociendo el pasado de la congresista, su padre fue Enrique Chirinos Soto y nosotros sabemos quién fue el señor de los ‘vladivideos’. Eso también tenemos que ver”, para luego agregar “prácticamente se está haciendo como una víctima a la congresista pero tenemos que ver el origen, la situación que tampoco vemos es que tiene muchos vínculos con personas corruptas por parte de su papá. También tiene vínculos con el alcalde Félix Moreno del Callao”.

Llevando esos argumentos a un caso extremo, en el esquema mental de la Congresista de Perú Libre, quien además es docente, si una prostituta denunciase haber sido víctima de una agresión sexual, la denuncia no debería investigarse y correspondería descartarla de plano por su condición de trabajadora sexual. Admitir ello sería injustificable en cualquier sociedad que se precie de ser “civilizada”.

Hoy 05 de setiembre, día internacional de las mujeres indígenas, uno de los grupos más afectados por la discriminación en el mercado laboral, con un acceso limitado al sistema de seguridad social o de salud, altas tasas de analfabetismo, falta de acceso a alimentación y agua, falta de respeto a sus derechos culturales, y por ende, en grave situación de pobreza y exclusión social, las declaraciones y las acciones del gobierno de Perú Libre y sus aliados de Juntos por el Perú (JP), Nuevo Perú (NP) y Renacimiento Unido Nacional (RUNA) resultan siendo decepcionantes y sumamente contradictorias si se toma en cuenta que provienen de un régimen que se dice representar a las grandes mayorías y los sectores olvidados, fundamentalmente del interior del país.

Basta señalar que, a cifras prepandemia, la brecha de progreso social de hombres y mujeres en nuestro país era de 27 % a favor de los hombres; es decir, las mujeres en las dimensiones de salud, educación, autonomía y oportunidades estaban rezagadas en un 27 %; siendo que las regiones de la sierra del país son las que presentan mayores diferencias entre hombres y mujeres, como en la sur andina Apurímac, donde las diferencias alcanzan un 21,6 %.

Urge cambiar la situación antes descrita, urge tomar acciones y medidas específicas para el reconocimiento y ejercicio real del derecho a la igualdad y del principio de no discriminación por sexo; para garantizar que hombres y mujeres ejerzan sus derechos en igualdad de oportunidades. Por eso es preciso que los más altos funcionarios del Estado estén libres de los estereotipos y prejuicios que han mantenido hasta ahora a las mujeres en situación de inequidad.

“No más respeto en un Perú machista” parece ser la predica del Premier Guido Bellido. Urge por tanto, por todas las mujeres del Perú, que dé un paso al costado.

Escrito por

Zoon Politikón

Por Ricardo Lituma Muñoz. Abogado, idealista (¿o iluso?) creyente de las posibilidades de adecentar la política y el servicio público.


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